Guayaquil, Ecuador | 07-11-2024
Un grupo de familias en Ecuador realizaron una jornada de misiones en la comunidad rural de Aguas Verdes. La iniciativa, liderada por padres, madres e hijos, entre miembros del Movimiento de Vida Cristiana e invitados, incluyó trabajos de construcción y actividades de evangelización, con el fin de brindar ayuda material y espiritual a esta comunidad necesitada.
La idea nació cuando Pilar Gallegos de Cobo, inspirada por el deseo de mostrarles a sus hijos y sus amigos la importancia de ayudar al prójimo, propuso realizar una misión. “Siempre pensé que mis hijos vivían en una especie de burbuja y que necesitaban conocer otras realidades de cerca para apreciar mucho más lo que tienen”, comentó.
“El hacer misión y, en especial, ver que su familia, su papá, su mamá, están dispuestos a ayudar y entregarse al prójimo, les dará humildad y además apreciarán más lo que Dios nos ha dado”, agregó.
A pesar de no haber podido asistir personalmente, Pilar comentó sobre la satisfacción de haber sembrado una “semillita” en sus hijos y en las familias que participaron: “Fue una experiencia enriquecedora, que disfrutaron grandes y chicos. Creo que así plantamos la semillita del darse en todos los que fueron”.
Al respecto, Kelly Mendoza, encargada de las misiones del MVC en Ecuador, explicó: “Nuestra misión es servir a la Iglesia en el Movimiento de Vida Cristiana y propiciar espacios de encuentros evangelizadores, cada oportunidad que tengamos para aportar a esto lo vamos a hacer con mucho gusto. Además, son muchas las comunidades que necesitan ser atendidas tanto material como espiritualmente”.
Las familias colaboraron para recaudar fondos con los que lograron construir un baño en la casa comunal de Aguas Verdes, un proyecto necesario para la comunidad. A lo largo de la jornada, padres e hijos trabajaron juntos para restaurar este espacio. Además de las labores de construcción, los participantes realizaron visitas a las familias de la comunidad, rezaron y compartieron el Evangelio, brindando consuelo y apoyo espiritual.
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue la celebración de la Santa Misa, presidida por nuestro hermano, el P. Luis Troya. Para la comunidad de Aguas Verdes, que no cuenta con Misa regularmente, fue una experiencia muy significativa.
“Expresaron mucha gratitud con las familias por salir a su encuentro, reconocen que es una comunidad muy apartada geográficamente y para ellos el hecho de que llegáramos hasta allá no solo para dar económicamente sino para estar con ellos ha sido muy especial”, compartió Kelly.