Arequipa, Perú | 04-10-2024
Alrededor de 400 peregrinos emprendieron el recorrido al Santuario de la Virgen de Chapi, en una peregrinación marcada por la devoción, el esfuerzo y el deseo de acercarse a la Madre de Dios. Este evento ha sido organizado por el Movimiento de Vida Cristiana (MVC) en colaboración con la Universidad Católica San Pablo (UCSP), el Instituto del Sur (ISUR) y Solidaridad en Marcha (SEM).
En esta peregrinación participaron también nuestros hermanos José David Correa, Superior General del Sodalicio de Vida Cristiana, además de una delegación de jóvenes del MVC de Lima.
La peregrinación, que se realiza anualmente, contó con cuatro rutas diferentes para los caminantes. Desde la comunidad sodálite “Nuestra Señora de Chapi”, un grupo inició su travesía el sábado 21 de septiembre a las 6:00 p.m., enfrentando un trayecto de aproximadamente 60 kilómetros hasta el Santuario de Chapi.
Otros peregrinos partieron desde el ISUR, abordando autobuses hasta Yarabamba o hasta los conocidos “Siete Toldos” para luego continuar a pie, recorriendo distancias que variaron entre 10 y 40 kilómetros.
Los peregrinos caminaron por caminos áridos y polvorientos, acompañados de una temperatura que descendió hasta los 10°C durante la noche. Sin embargo, este frío contrastaba con el calor del esfuerzo y la oración que los guiaba en cada paso.
“Siempre buscamos peregrinar bajo la luna llena, porque ilumina nuestro camino y es un símbolo hermoso de la presencia de María en nuestras vidas”, comentó María Angela Macedo Masías, encargada de la organización del evento.
Antes de la peregrinación, se realizaron jornadas de preparación tanto en Arequipa como en Lima. En la Ciudad Blanca, los peregrinos participaron de una jornada de oración que incluyó el rezo del Santo Rosario, lectio divina y confesiones, mientras que en la capital, se llevó a cabo un retiro espiritual dirigido por el Padre Christian Yamanija.
La jornada espiritual, que culminó con la Misa en el Santuario de Chapi, fue celebrada por el Padre Alberto Ríos, SCV, en un momento lleno de recogimiento y reflexión.
“Confesarse después de un largo caminar y poder celebrar la Eucaristía frente a la Virgen es una experiencia única”, mencionó Jorge Guido Aroquipa Anccasi, encargado del Centro Pastoral San José en Paucarpata. “El camino hacia la santidad puede ser difícil, pero acompañado de nuestra Madre es mucho más llevadero”.
Carlos Montalvo, estudiante de la UCSP y miembro del MVC, participó por primera vez en la organización de la peregrinación, una tarea que lo marcó profundamente. “Organizar estas actividades implica renuncias y batallas que solo uno conoce, pero que resultan reconfortantes cuando descubres que amando así te unes más al Reconciliador”, reflexionó Carlos.
La cercanía con la Virgen de Chapi lo llevó a una profunda meditación: “Le hice una pregunta a la Mamita de Chapi: ‘¿Por qué tenemos que venir hasta aquí?’ Y su respuesta me ayudó a ver que, muchas veces, le hacemos la misma pregunta a Dios. Pero la verdad es que Él se acerca a nosotros; solo debemos dar unos cuantos pasos para encontrar su abrazo y compañía”.
Por otro lado, Virginia Montes Guevara, quien peregrinó por primera vez desde Lima, compartió la dureza del trayecto y cómo el cansancio físico se transformó en una oportunidad de oración. “Hubo momentos difíciles, sobre todo cuando la altura me afectó, pero recordé que en nuestra debilidad, Cristo se hace fuerte. Este pensamiento me dio fuerzas para continuar hasta llegar al abrazo de su Madre”, comentó Virginia, visiblemente emocionada.
Para María Del Pilar Corrales de Llaza, miembro de Betania del MVC, esta fue su 15ª peregrinación. A pesar de las dificultades para asistir, sintió el llamado de la Virgen. “La última peregrinación me animé a última hora, ya habían cerrado la venta de pasajes, pero luego me llamaron y me dijeron ‘La Mamita quiere que vayan’, y fuimos. Siento que la Virgen siempre nos llama y nos acoge”, relató con gratitud.
Al llegar al Santuario, los peregrinos, cansados pero llenos de alegría, compartieron experiencias, se confesaron y participaron de la Misa en el nuevo templo principal, que aún no ha sido inaugurado oficialmente.
“Fue un privilegio poder ingresar al nuevo templo y recibir una pequeña catequesis frente al altar mayor, decorado con hermosos pasajes de la vida de Santa María”, expresó María Angela, quien destacó el trabajo del rector del Santuario, el Padre Zacarías Kumaramangalan, por su hospitalidad y generosidad.
La peregrinación al Santuario de Chapi es una tradición que sigue viva y que, año tras año, renueva la fe de quienes participan. Un esfuerzo físico que se convierte en un caminar espiritual, donde el cansancio y las dificultades se transforman en oración y cercanía con Dios. Como expresó María Del Pilar: “A tus pies, Señora, cansada llegué… pero llena de tu amor”.