Medellín, Colombia | 31-07-2024
La VI Asamblea Plenaria del Movimiento de Vida Cristiana (MVC), celebrada del 21 al 27 de julio en Medellín, Colombia, ha sido un encuentro de gracia y renovación para los delegados de diez países. Estos días, los participantes vivieron una experiencia familiar espiritual que fortaleció su fe y compromiso, y los impulsó a llevar esta vivencia a sus localidades, reafirmando su misión de servir con fervor a la Iglesia.
Como señala Alberto Posada, nuevo Coordinador General, la VI Asamblea ha sido “un regalo de Dios, un momento de encuentro de los emevecistas que son delegados de los lugares donde nos encontramos, para analizar la vida del Movimiento, ver de dónde hemos venido y hacia dónde nos está enviando Dios a evangelizar”.
Los momentos de Adoración Eucarística y la Santa Misa fueron el corazón espiritual. En estos espacios, los miembros del MVC encontraron en Jesús la fuente de unidad y fuerza para renovar su compromiso apostólico.
Según el sentir de varios participantes, la Asamblea ha sido un espacio de mucha comunión en donde la esencia de familia caló en el corazón de más de uno de los asambleístas. Los emevecistas han considerado estos días como una bendición en la cual encontraron a otras personas que quieren vivir lo mismo.
Nuestro hermano sodálite Juan Carlos Tuppia, compartió: “La experiencia profunda de familia y de ser parte de esta porción de la Iglesia, me dejó una bella experiencia de consolación que enriqueció mi vida cristiana y mi vocación. Me fui con un deseo renovado de servir apostólicamente a la misión de la Iglesia en el MVC, en especial en los aspectos vinculados a la formación integral de sus miembros”.
Como expresó Christian Marín, del MVC Philadelphia: “La Asamblea fue alegría y la certeza de que hago parte de una familia de muchas gentes que caben en una misma casa. A Philadelphia vuelvo con el corazón contento”.
El diácono Craig Kinneberg, por su parte, destacó la unidad y el crecimiento espiritual que se vivió: “Mi experiencia en la VI Asamblea fue de ver y sentir una familia espiritual unida, alegre y en un proceso de madurez y crecimiento. Vi personas de diversas nacionalidades, hablando distintas lenguas, y con un deseo de profundizar en su relación con Dios y anunciar la alegría del Evangelio”.
Durante la Asamblea se abordaron temas esenciales para el futuro del MVC, tales como la formación integral, el apostolado, la pertenencia y el compromiso al MVC, la institucionalización del Movimiento y su internacionalización.
Estos días han sido, sin duda, un tiempo de gracia y renovación para todos los participantes, quienes unidos por el amor de Cristo y la protección de Santa María, regresan a sus localidades con un renovado compromiso de vivir y compartir la fe.
Ronny Macías, delegado del MVC Ecuador destacó: “Participar en la VI Asamblea Plenaria me ha renovado en mi relación con Dios y Santa María, fortaleciendo mi llamado a ser testimonio de su amor en medio del mundo y a ser agradecido por el don de pertenecer a la Iglesia desde el carisma sodálite”.
“Llego a mi localidad con el compromiso de servir dentro del MVC para que podamos vivir como una verdadera comunidad apostólica que tenga como centro a Jesús y a Nuestra Madre”, compartió.
“Fue una semana de profunda comunión y presencia del Espíritu”, nos cuenta Thibault de EE.UU. “Fue muy especial reunirse como familia y discernir juntos lo que el Señor está haciendo en la vida del MVC a través de los diversos países”.
“Me alegró ver cómo la delegación de Estados Unidos se conectó tan profundamente con la espiritualidad y con los emevecistas de otras partes del mundo. Regreso lleno de gratitud y con gran expectativa de lo que el Señor realizará en el apostolado del MVC, tanto en Estados Unidos como en otras regiones del mundo”, expresó.
Mariela Pacheco del MVC Costa Rica, compartió: “Estos días viví con intensidad la alegría de la comunidad, ni que se diga lo que bailé con Takillakkta (como si tuviera 20 años). Me encontré con personas de diferentes partes del mundo y los sentí como hermanos de toda la vida”.
Puedes ver el concierto de Takillakkta aquí.
Al finalizar la Asamblea, todos los emevecistas retornan a sus comunidades locales en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Italia, México, Perú y Estados Unidos, con el desafío de ser testigos del amor de Dios en medio del mundo, llevando consigo la certeza de que forman parte de una familia.
¡Sigamos rezando juntos por los frutos de la VI Asamblea!