#Misiones #Apostolado #Ayuda solidaria Jóvenes misioneros del MVC Brasil llevan esperanza a Igrejinha tras las inundaciones

Petrópolis, Brasil | 18-07-2024

Del 18 al 25 de junio, jóvenes del Movimiento de Vida Cristiana (MVC) de Petrópolis llevaron esperanza a la ciudad de Igrejinha, Rio Grande do Sul, tras las devastadoras inundaciones que iniciaron a finales de abril. Durante una semana, visitaron hogares afectados, participaron en actividades pastorales y espirituales, y brindaron apoyo a la comunidad.

Cabe recordar que la ciudad de Igrejinha sufrió inundaciones que afectaron aproximadamente al 90% de las viviendas. Esta tragedia fue parte de un desastre mayor que impactó a todo el estado de Rio Grande do Sul desde hace tres meses.

Nuestro hermano Dante Carrasco, quien lideró esta misión con la colaboración del párroco, el padre Lucas Peres, comentó que el principal objetivo fue visitar los hogares más afectados por la tragedia y participar en las actividades espirituales y pastorales de la parroquia durante una semana.

“Vivir la solidaridad”: Encuentros y actividades formativas en las misiones del MVC

El grupo también realizó encuentros con jóvenes, niños y parejas, y ofreció charlas formativas. Dante compartió que “junto al diácono Craig Kinneberg, participaron cinco jóvenes petropolitanos que ya son parte de Mission Brazil”. Añadió que esta misión buscaba “vivir la solidaridad con las personas afectadas”.

Las actividades de la misión fueron planificadas, combinando momentos de oración y meditación con visitas a las casas de las familias más afectadas. “Tuvimos varias actividades de formación con diferentes grupos de la parroquia, incluyendo jóvenes, padres de familia y líderes parroquiales”, explicó Dante. Resaltó también que “la acogida fue muy buena, tanto de las familias que nos recibieron en sus casas como de los líderes parroquiales”.

Experiencias: “Una oportunidad única para hacer el bien”

El diácono Craig Kinneberg también compartió que estas misiones han sido muy renovadoras. “Hacía un buen tiempo que no participaba en misiones de este tipo, y poder vivir esta experiencia durante varios días fue especial. Conocí personas que sufrieron mucho, pero con una fe y esperanza profunda sabiendo que no están solas en este momento. Percibí como nuestra mera presencia ya fue muy valiosa para ellas”.

Gabriel Leite, uno de los participantes, comentó: “Participar en las misiones fue para mí una oportunidad única de hacer el bien sin mirar a quién. Vi personas que habían perdido todos sus bienes materiales, pero llenas de esperanza y fe en Dios. Escuché varios testimonios donde siempre había alguna intervención de Dios, y eso para mí fue un gran ejemplo de fe. Las personas que conocí quedarán marcadas en mi corazón”.

Por su parte, Vinícius Macedo describió su experiencia como una de las mejores de su vida: “Encontramos muchas personas que todavía sufren debido a la tragedia. Cuando llegamos, me di cuenta de que la ayuda material ya era más avanzada que la ayuda emocional. Todavía falta mucho en este sentido, de acogida, de aliento y de esperanza. Nuestro grupo de misioneros era pequeño, pero muy cohesivo y eficiente. Como cristiano católico y como psicólogo, siento que esto ha sido una misión cumplida”.

Tomado de Sodalicio.org