Colmbia, Brasil, Perú, Costa Rica | 14-06-2024
Miembros de nuestra familia espiritual en cuatro países se congregaron durante el mes de María para rendir homenaje a la Virgen. Desde Costa Rica hasta Brasil, pasando por Colombia y Perú. Este relato nos permite conocer las expresiones de fe y amor filial que caracterizan el mes dedicado a la Madre de Dios.
Un grupo de 83 feligreses, familiares y amigos del Movimiento de Vida Cristiana (MVC) en Bogotá participaron en una peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de la Salud en Bojacá, Cundinamarca. Esta tradicional caminata, que marca el inicio del mes de la Virgen para los emevecistas en Bogotá, ya que se realiza el primer día de mayo, se ha convertido en un momento mariano muy significativo.
“Para mi familia significó un espacio de encuentro interior, un camino de reflexión y la oportunidad de compartir con familiares y amigos la devoción por la Virgen. También la oportunidad de hacer un pequeño apostolado compartiendo con los miembros del MVC mi pasión por el senderismo”, compartió John Ceron.
“La peregrinación de 4 kilómetros atravesó un pintoresco bosque andino de nubes, lleno de especies de montaña, siguiendo un antiguo camino de piedra de importancia histórica desde finales del siglo XIX”, nos cuenta John. Durante la caminata, los participantes rezaron el santo rosario y, al llegar al santuario, se unieron a la misa de los peregrinos, culminando la jornada con un almuerzo típico en un restaurante tradicional del pueblo.
El sábado 18 de mayo, miembros de nuestra familia espiritual en São Paulo, Petrópolis y Río de Janeiro realizaron una peregrinación al Santuario de Nuestra Señora Aparecida en Brasil. Alrededor de 150 personas se unieron a esta significativa jornada espiritual, que marcó el trigésimo aniversario de esta tradición del MVC Brasil.
Los peregrinos llegaron desde sus respectivas ciudades y disfrutaron de un tiempo libre para explorar la basílica y otros lugares del santuario antes de reunirse para la visita oficial a la imagen de Nuestra Señora Aparecida. Desde allí, el grupo recorrió el “Camino del Rosario”, donde rezaron el santo rosario.
La jornada culminó con la celebración de la Santa Misa en la basílica a las 6 de la tarde, una experiencia especialmente significativa para el diácono Craig Kinneberg, quien nos compartió: “La peregrinación a Aparecida del MVC Brasil siempre es un momento especial para mí. Poder viajar con otros miembros de la familia espiritual para este lugar religioso tan importante en Brasil es muy significativo”.
“Como fue mi primera vez en el Santuario como diácono, una cosa que se destacó para mí fue poder servir en el altar central durante la Misa en la Basílica, que realmente fue una experiencia tocante”.
30 jóvenes del Movimiento de Vida Cristiana (MVC) de Chincha participaron en una caminata junto a la Virgen María, y que partió desde la Plaza de Armas de Sunampe. La peregrinación, que abarcó un recorrido de aproximadamente 8 kilómetros, se caracterizó por un ambiente de alegría en comunidad.
Durante la caminata, los participantes tuvieron la oportunidad de meditar y reflexionar, enriqueciendo espiritualmente su experiencia. La jornada culminó en la capilla del Colegio Santa María, donde se celebró la Eucaristía.
Mientras que en Lima, el 1° de mayo, 200 emevecistas en la peregrinación mariana que caminó durante 6 kilómetros con el anda de Nuestra Señora de la Reconciliación entre cantos y oraciones hacia la comunidad Apóstoles de María Cat en Pachacámac. La jornada incluyó la celebración de la Santa Misa y un almuerzo festivo con actividades recreativas.
Un grupo de emevecistas emprendió una peregrinación desde Llano Grande de Cartago hasta la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles el sábado 25 de mayo, recorriendo un total de 17 kilómetros. La caminata reunió a adultos jóvenes, matrimonios pertenecientes a los grupos de Nazaret y Betania.
Finalmente, nuestro hermano Nelson Villamor compartió: “Para mí, ha sido una expresión de amor, de ir a buscar y encontrarme con la Virgen. Significó caminar juntos hacia nuestra madre; renovar mi consagración apostólica a ella. También fue una experiencia de encomendarme y entregar toda nuestra misión a la patrona de Costa Rica, Nuestra Señora de los Ángeles”.
